Nacida en Ávila en 1515 y siempre ligada a esta ciudad hondamente impregnada por la figura de , está considerada la figura cumbre de la escritura religiosa femenina en la historia de España. No solo destacó por su obra mística literaria, sino que fue una gran reformadora de la orden carmelita bajo los preceptos del ascetismo tales como la obligación de la pobreza, del silencio y de la soledad. Falleció en Alba de Tormes en 1582 y su sepulcro se encuentra bajo el coro de la iglesia del Convento de las Carmelitas Descalzas que ella misma fundó en esta localidad salmantina, tras una vida dedicada a las fundaciones monacales por toda la geografía española y a su excepcional poesía lírico-religiosa. Su beatificación llegó en 1614, en 1622 fue canonizada y en 1970 el Papa Pablo VI la proclamó la primera doctora de la Iglesia Católica de la historia. En su legado literario destacan Las Moradas, considerada la obra más perfecta de la mística española, y El Camino de Perfección.